viernes, 20 de marzo de 2009

DESLIZAMIENTO DEL TERRENO

IntroducciónVamos a comenzar una nueva etapa en la redacción de las fichas de patología, enfocándolas a supuestos prácticos que ponen de manifiesto patologías tratadas de forma general en fichas anteriores.En esta ficha trataremos los problemas que puede presentar una edificación ubicada en ladera con una pendiente pronunciada. El caso que vamos a exponer trata de una vivienda unifamiliar situada en una parcela con pendiente del terreno superior al 15% y cuyo perfil litológico está compuesto por unos depósitos coluviales a los que le sigue un estrato rocoso.
ANTECEDENTESLa pendiente de la parcela en la que se emplazaba la edificación se encontraba entre 15º y 40º, debido a esto, para suavizar la pendiente topográfica, se había previsto construir un muro de contención en la parte superior y un muro de escollera en la parte inferior de la parcela.
El perfil litológico del terreno de influencia de la parcela donde se ubicaba la vivienda estaba compuesto por:
una amplia cobertera vegetal de unos 25 cm de espesor, ya que la zona presentaba un clima húmedo, siendo la escorrentía superficial importante, favorecida por las pendientes del terreno. El drenaje se realizaba generalmente tan sólo por escorrentía.
con una profundidad máxima de unos 2.5 m, aparecían depósitos coluviales, formados por arcillas de baja plasticidad y arenas limosas, que son suelos formados por alteración del sustrato rocoso (materiales paleozoicos y terciarios) que son transportados por gravedad, favorecido por la pendiente natural del terreno. En este caso el coluvión proviene de la meteorización superficial de materiales de naturaleza litológica arcillo-arenosa y con ciertos horizontes de areniscas y calizas; presentaba un bajo grado de cementación debido a fenómenos de disolución y precipitación por medio de las aguas superficiales.
sustrato rocoso, a partir de los 2.5 m, aproximadamente, formado por calizas y arenisca.
No se localizó nivel freático, según el estudio geotécnico. Este tipo de terreno puede dar origen a una intensa circulación de aguas superficiales y/o subterráneas, indicándose en este caso, que el drenaje se realizaba fundamentalmente por escorrentía superficial.
Se proyectó un sistema de cimentación por zapatas y para evitar la desestabilización de la ladera se recomendó el apoyo de éstas en el sustrato rocoso.

Descripción de los daños
De forma general, y con lo condicionantes anteriormente comentados, el terreno puede sufrir un desplazamiento o deslizamiento y consecuentemente, si no se proyecta la edificación adoptando las medidas necesarias, pueden manifestarse los siguientes daños:
El terreno quedaría afectado por grietas debido al deslizamiento (también las calzadas o carreteras) pudiendo llegar a producirse la rotura y el hundimiento del mismo.
La edificación se vería afectada por posibles asientos en la cimentación, que provocaría elevados momentos en pilares y vigas. Debido al corrimiento de las tierras los pilares se verían sometidos a elevados momentos y cortantes y las soleras se agrietarían. En los cerramientos surgirían fisuras en diagonal.
Los muros de cerramiento de la parcela se verían afectados por grietas en las zonas más afectadas.
Para el caso particular de la vivienda unifamiliar que nos ocupa el deslizamiento del terreno que se produjo originó:
el movimiento y riesgo de caída de un muro de contención colindante
el arrastre de dos taludes que se habían construido a dos alturas diferentes, bajando el nivel de tierras de la parte superior aproximadamente 1 metro de altura
el talud de escollera más alejado del frente de deslizamiento también sufrió un ligero desplazamiento horizontal. Debido a la rotura y hundimiento del terreno que afectó a la parte superior de la parcela se produjo la ruina de la escollera.
en el muro de hormigón de cierre de la parcela apareció una grieta, que iba en aumento con el paso del tiempo.
Hemos de comentar en este punto que ya que la cimentación apoyaba en el sustrato rocoso no se produjeron asientos de la misma ni mayores consecuencias en la edificación.
Fig. 2.- Vista del deslizamiento y los daños producidos
Origen de los daños
La zona donde se ubicaba la edificación era un área problemática por el riesgo de inestabilidad, ya que el tipo de terreno predominante, de tipo coluvial, que ya hemos definido, al ser sedimentos detríticos son propicios a los deslizamientos y presentaba riesgos en zonas puntuales por movimientos de laderas, reptaciones y deslizamientos activos (rotacionales) del recubrimiento (ver ficha de patología nº 21) además de presentar el terreno unas pendientes acusadas. Esto se agravaba aún más por la alteración del equilibrio natural del terreno, debido a las obras de movimientos de tierras a que se exponen durante la ejecución. Podrían producirse además coladas, debido al efecto fluidificante del agua sobre las fracciones arcillo-limosas del coluvión.
En el caso objeto de análisis, además de estas causas se ha producido el desequilibrio del terreno a
causa de la modificación de su perfil original y la acción de un escape de agua de la red de desagües:
Los movimientos de tierra de la urbanización exterior produjeron una modificación del perfil original del terreno superponiendo tierras y escolleras, alterando el equilibrio original del mismo, que ya era precario.
Además, se sumó el error en la construcción de una arqueta de la red de desagües de la parte superior de la parcela, que produjo un vertido masivo de agua de lluvia que se filtró en el terreno y que rompió el equilibrio de fuerzas en el terreno produciendo el deslizamiento rotacional de una zona.
De forma general, los factores que condicionan o influyen en estos movimientos del terreno podrían ser:
las sobrecargas (las edificaciones) que incrementan el peso del coluvión, llegando a superar la capacidad portante del terreno original
la saturación del suelo por la infiltración del agua de lluvia, en especial cuando las construcciones modifican el drenaje natural, lo que implica un aumento del peso propio del depósito, hace disminuir el ángulo de rozamiento interno y su cohesión.
movimientos de terreno por actividad sísmica de la zona
Prevención de daños
Principalmente la cimentación deberá apoyarse en el sustrato rocoso, y no sobre el coluvión, para evitar el riesgo de desestabilización del equilibrio natural de la ladera; al ser éste el estrato donde la capacidad portante alcanza valores superiores se puede ejecutar entonces una cimentación de tipo superficial (zapatas). La base de cimentación debe ser horizontal e ir atada en los dos sentidos.De forma general en los casos de edificaciones en ladera también pueden realizarse cimentaciones de tipo profundo, pero siempre se tendrán en cuenta las inestabilidades que pueden ocasionar los taludes, y en caso de que exista nivel freático, la posible entrada de agua al interior, etc (una solución podría ser realizar muros pantalla perimetrales antes del vaciado, aunque para el caso de una vivienda unifamiliar parece una solución muy costosa).
En el caso que nos ocupa, para suavizar la pendiente topográfica, se construiría una escollera a lo largo de la vertiente sur de la parcela, anclada al terreno en la parte inferior y reforzada con hormigón en la cabecera.Debe preverse la corrección del deslizamiento para que el nivel de seguridad de la estabilidad terreno sea la adecuada, para lo cual pueden emplearse diversas técnicas, algunas de ellas podrían ser:
La inclusión de elementos estructurales de inercia pequeña que atraviesan la superficie que se ha deslizado y cosiendo así el terreno desplazado al terreno que es estable (se denominan pasadores). De esta forma, el conjunto forma una estructura de contención capaz de soportar los esfuerzos movilizados en los movimientos de ladera. Estos pasadores se suelen atar mediante vigas o muros en cabeza anclándolos y haciéndolos trabajar solidariamente.
Los pasadores pueden ser: pilotes de hormigón armado, pantallas de hormigón armado, perfiles hincados (también raíles de tren), bulones, micropilotes... Conocida la fuerza de contención necesaria y la capacidad de cada uno de los pasadores, se estimaría el tipo de pasador a emplear, el número necesario y su disposición.
Deberá tenerse en cuenta la ejecución de una arqueta de recogida de aguas de drenaje del muro y cuidar especialmente la ejecución de las instalaciones de saneamiento, recogida de agua de drenaje, piscinas, u otras, para Reparación de daños
En esta ocasión primeramente se debería actuar sobre la arqueta que causó la fuga de agua de la red de desagüe, procediendo a su recálculo y reparación.
Para evitar nuevos deslizamientos pueden emplearse las técnicas de corrección de deslizamientos comentadas en el apartado anterior.
ConclusiónComo ya hemos comentado en muchas ocasiones para evitar daños en las edificaciones, que podrían llevar a la ruina del edificio, es imprescindible realizar un estudio geotécnico completo previo al proyecto, donde se determinen las características geológicas y geotécnicas del terreno de apoyo de la cimentación y de la zona de influencia de nuestra edificación. También es necesario un estudio adecuado adaptado a las condiciones del suelo y la adopción de las medidas adecuadas de prevención frente a los deslizamientos (distancias suficientes, etc.).ra evitar fallos en las mismas que supongan un aporte extra de agua al terreno.
Flujo de lodo

Un flujo de lodo (o colada detrítica) es el tipo más rápido (sobre los 80 km/h) y fluido de corrimientos de tierra. Consiste en una colada con elevada concentración de materiales detríticos, que se mueven hacia los valles con velocidades que pueden alcanzar y, en algunos casos, superar los 10 m/s. El material transportado tiene una granulometría muy variable, y un fenómeno singular se manifiesta frecuentemente con oleades sucesivas ("pulsaciones") debido a la obstrucción temporal del canal de transporte. Estas coladas detríticas son fenómenos difundidos en casi todas las regiones climáticas, y revisten una notable importancia tanto por su influencia en la evolución morfológica de las cuencas hidrográficas en las que ocurren, como por el riesgo potencial que significan sobre todo en las áreas montañosas, a causa de su elevada capacidad destructiva. En estas áreas, la disponibilidad hídrica aumenta de improviso debido comúnmente a precipitaciones intensas (lluvia, aguanieve y nieve, principalmente), lo que puede provocar una mayor escorrentía del agua por las pendientes, que a su vez arrastra y transporta grandes cantidades de detritos que luego se incorporarán al flujo de lodo.
Las coladas detríticas consisten en mezclas de materiales finos (
arena, limo y arcilla) y más gruesos (grava), conteniendo una cantidad variable de agua, la cual se agrega de detritos vegetales. Se forma así una masa fangosa en suspensión acuosa que se propaga como un único cuerpo, sin separación entre la fase sólida y aquella líquida. Se trata de un fluido no newtoniano caracterizado por una variación de la resistencia a la deformación no linealmente proporcional a la velocidad de la deformación angular. Ello determina una elevadísima capacidad erosiva propia de estos fenómenos.


1.- INTRODUCCION.
Aun cuando el término Avalanchas se refiere a los Aludes de nieve, su nombre es utilizado comunmente para designar los flujos extraordinarios de agua con lodos y detritos que ocurren en los cauces de los ríos por causa de sismos, erupciones volcánicas o lluvias intensas. Cuando una Avalancha es producida por una explosión volcánica se denomina lahar.
Los estudios hidráulicos de las avalanchas tienen dos objetivos principales:
Estimar caudales, velocidades y niveles máximos de flujo en diferentes puntos de control. Con esta información se pueden determinar áreas de desbordamiento, magnitud de los ataques contra las márgenes y zonas de depósito del material sólido.
Determinar tiempos de tránsito de los frentes de ola de la avalancha a lo largo de las corrientes principales de drenaje. Conociendo estos tiempos es posible establecer sistemas de alerta y programar medidas de evacuación en zonas de riesgo.

2.- CARACTERISTICAS FISICAS DE LOS LODOS.
Hidráulicamente las avalanchas son flujos de lodo y detritos de alta viscosidad, compuestos por agua, coloides, arenas y piedras. El flujo de líquido y sólidos se puede tratar aproximadamente como el de un fluido newtoniano que está definido por dos características físicas: Densidad y Viscosidad.
La densidad de los lodos está comprendida entre 1.0 gr/cm3 y 2.0 gr/cm3. El valor más bajo se aplica cuando el volumen de sólidos en la mezcla fluida es inferior al 20% del total; el más alto cuando esa relación es superior al 80%.
La viscosidad absoluta del agua clara a 20°C de temperatura es de 1 centipoise. En lodos muy espesos la viscosidad absoluta puede alcanzar valores próximos a 6000 poises.

3.- ANALISIS HIDRAULICO.
Para el análisis hidráulico de los flujos de lodo se diseña un Modelo Matemático de Simulación que tiene las siguientes componentes:
Evento generador de la avalancha y tramo inicial de formación de los lodos.
Tramo de transporte de lodos y de incremento del volumen de sólidos.
Tramo de transporte y depósito de material sólido.
Tramo final, de depósito de los sólidos.

Evento generador de los flujos de lodo.
El evento generador puede ser un sismo, una erupción volcánica o una lluvia crítica.
1. Lluvia crítica.
Los aguaceros intensos son los responsables de la mayor parte de los deslizamientos de taludes inestables.
Dependiendo de las características físicas y geotécnicas de los taludes el evento "lluvia" que puede generar un deslizamiento tiene unas condiciones propias para cada caso particular. Esta lluvia que está asociada a un deslizamiento de determinada magnitud en un sitio particular se conoce como "lluvia crítica" y se define por su Intensidad, Duración y Frecuencia.
2. Sismos.
Un sismo puede generar un flujo de lodos cuando por causa del fenómeno natural se producen deslizamientos de las laderas en cauces naturales, y los materiales de dichos deslizamientos alimentan el caudal sólido de la corriente, o forman presas naturales que luego se rompen y producen olas de gran magnitud. Las características de las avalanchas dependen tanto de los volúmenes del deslizamiento como de la capacidad de las corrientes para transportarlos.
3. Volcanes.
Los lahares son flujos de lodo y piedras que se originan cuando un volcán coronado con un casquete de hielo explota y produce un deshielo parcial o total del casquete. Dependiendo de las características de la explosión y del volumen del deshielo se genera un caudal líquido de cierta magnitud que corre hacia las corrientes superficiales de drenaje que se encuentran en la región. En su recorrido el caudal líquido atrapa material sólido y se mezcla con él, formando el fluído viscoso.
La magnitud del lahar que se forma está relacionada con las siguientes componentes de la erupción volcánica:
Tipo de erupción.
Frecuencia, magnitud y duración del evento.
Volumen del casquete de hielo.
El tipo de erupción volcánica puede ser EXPLOSIVO con expulsión de piroclastos, como el que ocurrió en el Volcán Nevado del Ruiz en 1985, o de FLUJO DE LAVA como las producidas en 1929 y 1943 en el Volcán Vesubio. Algunas veces la erupción explosiva se presenta acompañada de flujo de lava, como ocurrió en el Volcán Vesubio durante el evento que destruyó la ciudades de Pompeya y Herculano en el año 79.
La frecuencia del evento tiene en cuenta la probabilidad de ocurrencia de una erupción de determinadas magnitud y dirección. La magnitud se refiere a la energía liberada por el volcán, la cual determina el área de deshielo, la altura que alcanzan los materiales expulsados y la temperatura de los piroclastos si la erupción es explosiva, o con el caudal de lavas y su temperatura en caso de flujo de lavas.
La duración del evento explosivo es un factor que influye significativamente en la determinación del volumen de deshielo y en la magnitud del caudal líquido que se genera.
Como el deshielo es el origen del flujo líquido, la magnitud del casquete de hielo es un dato importante en la determinación del hidrograma que se genera con la explosión. Esta magnitud comprende el espesor y el área de cubrimiento del casquete; su medición requiere de equipos especializados.
3.2. Tramo inicial de formación de los lodos.
El caudal que es producido por el evento que genera la avalancha fluye sobre el terreno; en su recorrido captura material suelto y comienza a formar los lodos. En estas condiciones el caudal total y la viscosidad se incrementan a medida que el flujo se acumula y se dirige hacia las corrientes principales de drenaje.
Las corrientes principales de drenaje se definen a partir de una sección de entrada cuya localización depende de las condiciones topográficas de la zona. En la sección de entrada se sintetizan las características del caudal en la forma de un hidrograma trapezoidal de entrada del flujo viscoso.
3.3. Tramo de transporte de lodos y de incremento del volumen de sólidos.
Una vez que el caudal entra al cauce su comportamiento hidráulico queda definido por las ecuaciones de continuidad, energía y cantidad de movimiento en canales. Generalmente el primer tramo del canal es encañonado, de fuerte pendiente, y tiene gran capacidad de transporte.
El tratamiento del problema puede ser sencillo o complicado, dependiendo de las simplificaciones que permitan los cálculos.
La ecuación de continuidad debe contemplar tanto el aspecto variable del flujo como las ganancias de caudales sólido y líquido en aquellos tramos donde la socavación del lecho, los deslizamientos de los taludes y los aportes de tributarios sean importantes.
La aplicación de la ecuación de energía incluye la determinación de gastos por fricción interna y por fricción entre el fluido y el contorno.
El cambio en la cantidad de movimiento está relacionado con las fuerzas que ejerce el fluido sobre el contorno del cauce en razón de la fricción y de los cambios de dirección.
3.4. Tramo de transporte y depósito de material sólido.
A continuación del tramo de alta pendiente se presenta un tramo de transición en el cual la pendiente va cambiando de alta a media y luego a baja. En este tramo se combinan los procesos de transporte del flujo de lodos y de depósito inicial de material sólido.
3.5. Tramo final, de depósito de sólidos.
El tramo de entrega corresponde al tramo final de la corriente, donde la pendiente del cauce es pequeña, y desemboca en una planicie inundable que se prolonga hasta su entrega a un río o al mar. En la planicie inundable se deposita una parte de los lodos formando capas.

4. ESTUDIO DE UN CASO PARTICULAR: AVALANCHAS EN EL RIO PAEZ. COLOMBIA
En 1995 participé como Consultor en Ingeniería Hidráulica de la firma Ingeniería y Geotecnia Ltda, IGL, en los estudios hidráulicos para diseño del nuevo puente de Los Angeles en el río Páez entre Paicol y Tesalia, departamento del Huila. También a partir del mismo año fuí Consultor del Instituto Colombiano Ingeominas en el estudio de posibles avalanchas sobre los ríos que nacen en el Nevado del Huila por causa de una erupción volcánica. No se tenían antecedentes sobre el tipo de erupción que podría presentarse dado que en los últimos 500 años el volcán nevado había estado en reposo.
El río Páez nace en el Nevado del Huila, que está localizado al sur de Colombia, entre los municipios de Belalcázar, Teruel y Planadas, departamentos de Cauca, Huila y Tolima. El cauce del río tiene una trayectoria Sur-Norte y entrega sus aguas al río Magdalena, principal arteria fluvial de Colombia, aguas arriba del Embalse de Betania.
En 1994 un sismo que se presentó en la cuenca alta del río Páez generó una serie de deslizamientos que taponaron su cauce en varios sitios. Para esa época el río estaba crecido y transportaba una creciente de mediana magnitud que rompió las presas naturales formadas por los taponamientos y produjo una avalancha de lodos con troncos de árboles y detritos. Los resultados de la avalancha fueron catastróficos porque nadie estaba preparado en la región para protegerse contra este tipo de eventos. Hubo pérdidas humanas considerables, además de las pérdidas materiales en cultivos, animales , viviendas, vías y puentes.Las fotografías que se observan a continuación las tomé en 1995 en el cauce del río Páez, en el puente Los Angeles que comunica a los municipios de Paicol y Tesalia, en la parte baja del río, en el departamento del Huila. La avalancha de 1994 se llevó el tablero del puente y lo dejó vuelto escombros unos metros aguas abajo. Los estribos y la pila central del puente permanecieron sin daños notables, y sobre ellos se instaló el puente militar que aparece en las fotografías.


Derrumbes de tierra y flujo de escombros (corrimientos de lodo)
Los derrumbes de tierra ocurren en todos los estados y territorios de EE.UU. y ocurren cuando masas de roca, tierra o escombros bajan por un declive. Los derrumbes de tierra pueden ser pequeños o grandes y pueden moverse a bajas o a muy altas velocidades. Son activados por tormentas, terremotos, erupciones volcánicas, incendios y por la modificación del terreno hecha por el hombre.
Los flujos de escombros y lodo son ríos de roca, tierra y otros escombros saturados con agua. Se desarrollan cuando el agua se acumula rápidamente en la tierra, durante fuertes lluvias o cuando la nieve se derrite rápidamente, cambiando la tierra en un río fluido de lodo o “barro aguado”. Pueden fluir rápidamente por declives o a través de canales, con poca o ninguna advertencia, a velocidades de avalancha. También pueden viajar varias millas desde su fuente, creciendo en tamaño a medida que recogen árboles, roca grandes, automóviles y otros materiales a lo largo del camino.
Los problemas de derrumbes de tierra, corrimientos de lodo y flujos de escombros son ocasionalmente causados por falta de un manejo adecuado de la tierra. Las prácticas inapropiadas del uso de la tierra en terrenos de estabilidad cuestionable, particularmente en regiones montañosas, en desfiladeros y en las costas, pueden crear y acelerar los problemas serios de derrumbes de tierra. La zonificación para el uso de terrenos, las inspecciones por parte de profesionales y el diseño adecuado pueden reducir al mínimo muchos de los problemas de derrumbes de tierra, corrimientos de lodo y flujos de escombros.
Qué hacer antes de un derrumbe de tierra o flujo de escombros
1. Comuníquese con su oficina de manejo de emergencias o el capítulo de la Cruz Roja Americana local para obtener información sobre los peligros de derrumbes de tierra y flujos de escombros en su localidad.
2. Obtenga una evaluación del terreno de su propiedad.
Los expertos geólogos del condado o el estado, el departamento de planificación local o los departamentos de recursos naturales pueden tener información específica sobre las áreas vulnerables a derrumbes de tierra. Consulte a un experto profesional para obtener asesoramiento sobre las medidas correctivas que usted puede tomar.
3. Reduzca al mínimo los peligros en su hogar.
En áreas propensas a corrimientos de lodo, construya canales o muros de desviación para dirigir el flujo alrededor de los edificios.
Recuerde: Si construye muros para desviar los flujos de escombros y el flujo cae en la propiedad de un vecino, usted podría ser responsable por los daños. Explore el vecindario o el proyecto de distrito especial.
Instale conexiones flexibles en las tuberías para evitar fugas de gas o agua. Las conexiones flexibles son más resistentes a roturas.
4. Familiarícese con el área a sus alrededores.
Observe los patrones de drenaje del agua de lluvia en los declives y especialmente donde el agua se converge.
§ Observe cualquier señal de movimiento de tierra, tal como corrimientos pequeños, flujos, o árboles que progresivamente se inclinan hacia un lado, en las laderas de las colinas cerca de su casa.
5. Observe particularmente el área a sus alrededores antes y durante tormentas intensas que pueden aumentar la posibilidad de un derrumbe de tierra o flujo de escombros debida a las fuertes lluvias. Muchas de las fatalidades debido al flujo de escombros ocurren cuando la gente está durmiendo.
6. Hable con su agente de seguros. El flujo de escombros podría estar cubierto en las pólizas de seguro de inundación del Programa Nacional de Seguro de Inundación.
7. Aprenda a reconocer las señales de advertencia de derrumbes de tierra.
Grietas nuevas aparecen en la argamasa, las losas, los ladrillos o los cimientos.
Las paredes, los caminos o las escaleras exteriores empiezan a separarse del edificio.
Grietas que se desarrollan y se agrandan lentamente aparecen en el suelo o las áreas pavimentadas, tales como en las calles y caminos privados.
Las líneas subterráneas de los servicios públicos se rompen.
El terreno se vuelve abultado en la base de un declive.

Usted escucha un leve sonido retumbante que aumenta en volumen a medida que el derrumbe de tierra se acerca.
El terreno se inclina hacia abajo en una dirección específica y puede comenzar a moverse en esa dirección bajo sus pies.
Qué hacer durante la mayor amenaza (tormenta intensa) de derrumbe de tierra o flujo de escombros
1. Escuche la radio o la televisión para advertencias de intensa lluvia.
Prepárese para evacuar el lugar si las autoridades locales lo indican o usted se siente amenazado.
Si permanece en la casa, trasládese a un segundo piso si es posible para distanciarse del paso directo del flujo de escombros o de los escombros del derrumbe.
2. Esté alerta cuando una lluvia breve e intensa ocurra después de un período prolongado de fuertes lluvias o tiempo húmedo, lo cual aumenta el riesgo de flujos de escombros.
3. Esté pendiente de cualquier sonido inusual que pueda indicar el movimiento de escombros, tal como árboles que se parten o rocas que chocan unas contra otras. Una corriente pequeña de lodo o escombros puede preceder un derrumbe de tierra de mayor tamaño. Los escombros en movimiento pueden fluir rápidamente y a veces sin advertencia.
4. Si esta cerca de un arroyo o canal, esté alerta al aumento o disminución del flujo de agua y a un cambio en las aguas claras o enlodadas. Tales cambios pueden indicar una actividad de derrumbe de tierra corriente arriba. Esté preparado para moverse rápidamente.
5. Esté especialmente alerta cuando conduzca. Los terraplenes a lo largo de las carreteras son particularmente susceptibles a derrumbes de tierra. Esté pendiente de pavimento destruido, lodo, rocas caídas y otras indicaciones de posibles flujos de escombros.
6. Evacue el área cuando las autoridades locales lo ordenen. Véase el capítulo titulado “Evacuación” para obtener más información.
Los derrumbes de tierra y corrimientos de lodo pueden provocar peligros tales como roturas en las líneas eléctricas, de agua, gas y alcantarillado y destrucción de carreteras y vías de ferrocarril.
Qué hacer durante un derrumbe de tierra o flujo de escombros
1. Muévase rápidamente fuera del paso del derrumbe de tierra o el flujo de escombros.
2. Las áreas que por lo general se consideran seguras incluyen
Áreas que no se han movido en el pasado
Áreas relativamente planas lejos de los drásticos cambios de declive
Áreas en la parte superior o a lo largo de los cerros bastante alejadas hacia atrás de las partes superiores de los declives.
3. Si no es posible escapar, agáchese y coloque su cuerpo en forma de una bola apretada y protéjase la cabeza.
Qué hacer después de un derrumbe de tierra o un flujo de escombros
1. Manténgase alejado del área del derrumbe. Puede haber el peligro de derrumbes adicionales.
2. Busque para ver si hay personas lesionadas y atrapadas cerca del derrumbe, sin entrar en el área directa del derrumbe. Dirija a los rescatadores a los lugares donde se encuentren.
3. Ayude a algún vecino que pueda necesitar ayuda especial, tales como familias grandes, niños, personas mayores de edad y gente con impedimentos.
4. Escuche las estaciones locales de radio o televisión para enterarse de la información de emergencia más reciente.
5. Los derrumbes de tierra y corrimientos de lodo pueden provocar peligros relacionados, tales como roturas en la líneas eléctricas, de agua, gas y alcantarillado y destrucción de las carreteras y las vías del ferrocarril.
§ Busque y reporte cualquier línea de servicios públicos rota a las autoridades apropiadas. Reportar los posibles peligros hará que los servicios públicos se restablezcan lo más rápidamente posible, evitando riesgos y lesiones adicionales.
Examine los cimientos del edificio, la chimenea y el terreno circundante para ver si hay daños. El daño en los cimientos, las chimeneas y el terreno circundante le ayudará a evaluar la seguridad del lugar.
6. Esté alerta a inundaciones que pueden ocurrir después de un derrumbe de tierra o flujo de escombros. Las inundaciones a veces ocurren después de los derrumbes de tierra y los flujos de escombros debido a que ambas pueden comenzar con el mismo evento.
7. Vuelva a sembrar plantas en el terreno dañado tan pronto como sea posible, ya que la erosión causada por la pérdida de hierba o plantas puede conducir a una inundación repentina y derrumbes de tierra adicionales en el futuro cercano.
8. Solicite el consejo de un experto geotécnico para evaluar los riesgos de derrumbes de tierra o diseñar técnicas correctivas para reducir el riesgo de derrumbes de tierra. Un profesional le podrá aconsejar sobre las mejores maneras de prevenir o reducir el riesgo de derrumbes de tierra, sin crear un peligro adicional.

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